lunes, 10 de noviembre de 2014

Una lista escandalosa

 OPINIÓN.
Es un ritual casi enfermizo que, en los últimos años, se ha convertido en rutina. De buena mañana, después de desayunar y de asearme, lo primero que hago es despertar de su virtual sueño nocturno al ordenador de casa para que me cuente la cotidiana actualidad. Desde lo local a lo global, hago un barrido de urgencia de las ediciones digitales de la prensa, y luego, con algo más de calma, le doy un repaso a los contenidos que más me interesan. Sin duda, son los afectos colaterales de haber ejercido durante un buen puñado de años el noble oficio de contar lo que sucede. Pero ahora las cosas han cambiado sustancialmente para mí y ya no me acucian las prisas, eso que los periodistas denominamos inmediatez.
Y lo más inmediato que ahora mismo acude a mi mente, es la escandalosa lista de casos de corrupción que se llegó a acumular a lo largo y ancho del pasado mes de octubre, el cual se cerró con 141 imputaciones por las tarjetas negras de Bankia, las nuevas implicaciones del clan Pujol, las derivadas de la ‘Operación Púnica’ y las del pufo de Andalucía. Se contabilizan un total de 1.900 imputados y al menos 170 condenados por causas de corrupción en España, leo en alguna parte. Entre otros, están pringados dos ex vicepresidentes de Gobierno, los Duques de Palma, un ex-presidente de la CEOE, ex-ministros y ex-senadores. ‘The Economist’ titulaba que la política española está llena de ‘manzanas podridas’ y alguien ya ha pedido que los delitos económicos no prescriban y se solicita 30 años de inhabilitación para los condenados.
Y mientras toda la España cañí estaba pendiente de si la Pantoja entraba o no en prisión, me enteraba de que hace poco se cumplía los cien años de la invención del sujetador. Cuentan que Mary Phelps Jacob vendió por 1.500 dólares su patente a Warner Corset Company, compañía que obtendría pingües beneficios con la posterior comercialización de esta prenda íntima de la mujer. Llegados a este punto, quisiera aprovechar la oportunidad para recordar otro gran invento: la fregona, que ideó Manuel Jalón Corominas y de la que, se dijo, ‘levantó de los suelos’ tanto a mujeres, como hombres. “Ahora solo resta que alguien invente un artilugio capaz de limpiar la corrupción de este país”, ha terciado, una vez más, mi amigo (“El Cínico”). ¡Ah!, y sobre el 9-N, ya les contaré algo la semana que viene…Manuel Dobaño (periodista). Puede leer también este artículo en El Prat al Día.

No hay comentarios: