OPINIÓN
En vísperas de la festividad de Reyes, acudo a la tertulia
de radio de la ciudad en la que vivo para debatir asuntos de actualidad. La
gente camina presurosa al calorcillo del sol mañanero y se arremolina delante
de las tiendas para hacerse con las compras de última hora. En la Plaça de la
Vila, ya casi todo está a punto para la cabalgata de esta tarde. Antes de
entrar en los estudios de la emisora, observo que la gente hace cola delante de
la sede local de la Creu Roja. Entre las personas que aguardan su turno para
entrar, me llama la atención la presencia de algunas mujeres magrebíes, que
también esperan recibir regalos para sus prolíferas proles; al tiempo que
trasciende la noticia de que, en la localidad madrileña de Velilla de San
Antonio, un grupo xenófobo repartía juguetes, “solo para niños españoles”.
Se daba la circunstancia de que uno de los temas que
abordábamos en el debate radiofónico se centraba en la polvareda que había
levantado en las redes sociales la publicación, en la revista municipal ‘El
Prat’, de un polémico artículo, titulado ‘Primero los de casa’, firmado por el
portavoz del PP, Antonio Gallego. El contenido
del texto en cuestión ha sido tildado de xenófobo y populista, muy en la línea
de los planteamientos que propugna la formación ultraderechista Plataforma per
Catalunya (PXC). El político popular sostiene que una persona que acaba de
llegar de afuera, no es justo que perciba las mismas prestaciones sociales que
los de casa. Los tertulianos coincidimos en señalar que el citado edil se ha
metido en un charco que no tocaba.
En la radio también opinamos sobre las próximas elecciones
municipales que tendrán lugar este recién estrenado 2015. No tardó en salir a
la palestra los nombres de las nuevas propuestas políticas y el augurio de que es
más que probable que se produzca un batacazo electoral por parte de los que hasta
ahora han venido cortando el bacalao de la cosa pública. Se vislumbra en el
horizonte un higiénico cambio generacional, que regenere el contaminado clima
político del país, empezando, precisamente, por la base, por la administración
local. Con mis mejores deseos de que el nuevo año, nos depare una nueva vida
política, “libre de mangantes y de chorizos”, me larga mi amigo (“El Cínico”).
VIVE LA LIBERTÉ D´EXPRESSIÓN!! Manuel Dobaño (Periodista).También puede leer este artículo en El Prat al día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario