lunes, 4 de mayo de 2015

Sobre puentes y viaductos

 OPINIÓN.

El teóricamente lluvioso mes de abril se despidió discretamente en la ciudad en la que vivo, más bien con muy pocas precipitaciones, para dar paso a un florido y hermoso mes de mayo, que se presenta cargado de prometedoras brisas de bonanza económica y de infumables actos electorales por doquier. A tal efecto, nuestros políticos se han juramentado para recuperar la credibilidad perdida e intentar extirpar de raíz la maligna víscera de la corrupción. El siempre agradecido garbeo vacacional del pasado puente del 1 de mayo, sin duda, habrá servido para apaciguar los exacerbados ánimos  del personal, que está que echa humo de tanto goteo diario de noticias relacionadas con la falta de trasparencia en la gestión de la cosa pública.  

 Y para acabarlo de adobar, sucedía que el Ministro de Justicia, Rafael Catalá la liaba con unas declaraciones en las que proponía ‘sancionar con firmeza’ a los medios de información que filtraran sumarios judiciales. De esta manera, el periodismo de investigación, del que tanto alardeara en sus buenos tiempos el ínclito Pedro J. Ramírez, corría el peligro de quedarse como el famoso gallo de Morón, o sea, sin plumas y cacareando. Los que durante años nos hemos dedicado al noble oficio de contar lo que sucede, siempre hemos recurrido a las fuentes de la noticia (policía, juzgados, etc.) para puentear la información periodística. Menos mal que, al final, parece que va a prevalecer aquello de que la libertad de expresión no se toca. 

Pero con independencia del puente del 1 de mayo y de otros imaginarios viaductos, mi amigo (“El Cínico”), me recordaba  que, aquí, en El Prat de Llobregat, se inauguraba el Pont del Pratenc, una singular infraestructura, diseñada por el ingeniero Juan Carlos Martínez Berzosa, que permitirá aliviar el tránsito en los saturados accesos al Polígon Pratenc, la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) y Mercabarna. Y para no ser menos, también en mi villa natal (Xinzo de Limia), se inauguraba no hace mucho un nuevo puente sobre el Limia, o río ‘do Esquecemento’ (del Olvido). Transitamos por el gran acueducto de la existencia, sin apenas apercibirnos de los muchos puentes y viaductos que tenemos que superar por el camino...Manuel Dobaño (Periodista). Puede leer también este artículo en El Prat al Día.

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