lunes, 15 de junio de 2015

Titulares que llaman la atención

OPINIÓN.
 
En mi diario deambular a través de las páginas de los periódicos, no son pocas las historias que han logrado despertar especialmente mi atención. Los que durante tiempo nos hemos dedicado al noble oficio de contar lo que sucede, siempre hemos procurado verter en el titular de la noticia la esencia de la misma, en ocasiones, ribeteado de una cierta dosis de sensacionalismo. La portada del diario y, más concretamente, la originalidad de sus titulares, es lo que verdaderamente llama la atención al lector y, por tanto, es lo que vende. Sin embargo, frente a la llamada prensa amarilla, que afanosamente busca un titular de rompe y rasga, convive una prensa seria que se esfuerza, sin trampas, en informar objetivamente.

Y para ilustrar este concepto periodístico, nada mejor que incluir algunos ejemplos, que los hay para todos los gustos. Hace bastantes años, leía en alguna parte la famosa anécdota, acontecida en un conocido hotel madrileño y protagonizada por el torero Rafael ‘El Gallo’.  “¿Quién es aquel gachó con pinta de estudiao?”, aseguran que inquirió el matador señalando, nada más y nada menos, que  a José Ortega y Gasset, a lo que alguien le respondió: “es filósofo”. “¿Filo qué, ezo qué é?”, para rematar acto seguido con su conocido comentario de “¡hay gente pa tó!”. Valga, pues, esta surrealista frase del legendario diestro de etnia gitana para aseverar que, efectivamente, hay personajes y noticias para todos los gustos. 

Un servidor ya relató en su día, entre otras, la asombrosa historia de la cabra ladrona y la del féretro del presidente de Gabón, Omar Bongo, que no cabía en la atiborrada bodega del avión, porque iba cargada ‘hasta las cachas’ de todo tipo de cosas; circunstancia que obligó al oficial del Ejército del Aire del destacamento de El Prat a gritar: “¡el féretro o el whisky!”. Más recientemente, me enteraba  de que en un centro comercial de Shangai se había habilitado una zona de aparcamiento reservada exclusivamente para mujeres y que ésta era un metro más grande de lo normal. Asimismo, el diario turco Milliyet publicaba que una mujer turca deberá indemnizar a su marido con una multa de 1000 euros, porque éste se había lesionado la mano al golpearla. “¡Apaga y vámonos y no me cuentes más milongas!”, me soltaba mi amigo (“El Cínico”). La próxima semana, le daré un toque a las nuevas corporaciones locales. Manuel Dobaño (Periodista). Puede leer también este artículo en El Prat al Día.

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