lunes, 21 de diciembre de 2015

No todo son malas noticias

 Opinión.
En esta mi penúltima entrega epistolar del año, advierto que no pienso comentar nada que tenga que ver con las cotidianas miserias humanas, tal como, la violencia machista, la tragedia de los refugiados, la amenaza terrorista, la plomiza y agresiva contienda electoral del 20D y ni tan siquiera nada voy a opinar de los teóricos acuerdos ‘no vinculantes’ de la cumbre del clima de París. “¡Papel mojado!”, me soltaba mi amigo (“El Cínico”), mientras de buena mañana se daba un garbeo por nuestro común barrio y disfrutaba de un radiante sol primaveral en pleno mes de diciembre. “Ya ves, a punto de que arranque el invierno y, en lugar de abrigo, guantes y bufanda, voy en mangas de camisa”, me dejaba caer mi desconcertado amigo y confidente.  

Como estamos en vísperas navideñas, he optado por compartir con los lectores algunas reflexiones positivas para alejarme de tantos malos rollos que nos han acogotado este agónico 2015.Les cuento. Durante un tiempo, tuve el placer de colaborar con el periódico mallorquín ‘Buenas Noticias’, medio en el que obviamente estaban vetadas las malas noticias. En una publicación con tan singular cabecera, tuve la oportunidad de explayarme a mis anchas, relatando historias que en mis más de tres décadas de feliz experiencia periodística no había tenido la oportunidad de desvelar. Mis compañeros de redacción de Efe solían recalcarme, al efecto, la cantinela de que lo que en realidad le interesa al personal son las malas, las peores noticias.   

Y para dejar en entredicho el postulado de que sólo son noticia, las malas noticias, les recuerdo que en la prensa diaria también se publica informaciones positivas, aunque agazapadas entre una inmensa mayoría de carácter negativo. Y para muestra, ahí van un par de ejemplos: La multinacional Amazon, gigante del comercio electrónico, invertirá 100 millones de euros y generará 1.500 empleos directos en el gran centro logístico que pronto se construirá en el polígono ‘Mas Blau II’ de la ciudad en la que vivo (El Prat de Llobregat). Para no ser menos, en Xinzo de Limia (Ourense), mi villa natal, una empresa lleva un año comercializando patatas por Internet  con éxito de ventas en toda España. Más allá de las victorias del Barça y de la proclamación de una barcelonesa como Miss Mundo, dicen que hay más buenas noticias por ahí sueltas, pero yo no he sabido encontrarlas.Manuel Dobaño (Periodista).También puede leer este artículo en El Prat al día.

No hay comentarios: