Opinión.
En esta mi penúltima entrega
epistolar del año, advierto que no pienso comentar nada que tenga que ver con las
cotidianas miserias humanas, tal como, la violencia machista, la tragedia de
los refugiados, la amenaza terrorista, la plomiza y agresiva contienda
electoral del 20D y ni tan siquiera nada voy a opinar de los teóricos acuerdos ‘no
vinculantes’ de la cumbre del clima de París. “¡Papel mojado!”, me soltaba mi
amigo (“El Cínico”), mientras de buena mañana se daba un garbeo por nuestro
común barrio y disfrutaba de un radiante sol primaveral en pleno mes de
diciembre. “Ya ves, a punto de que arranque el invierno y, en lugar de abrigo,
guantes y bufanda, voy en mangas de camisa”, me dejaba caer mi desconcertado amigo
y confidente.
Como estamos en vísperas
navideñas, he optado por compartir con los lectores algunas reflexiones positivas
para alejarme de tantos malos rollos que nos han acogotado este agónico 2015.Les
cuento. Durante un tiempo, tuve el placer de colaborar con el periódico
mallorquín ‘Buenas Noticias’, medio en el que obviamente estaban vetadas las
malas noticias. En una publicación con tan singular cabecera, tuve la
oportunidad de explayarme a mis anchas, relatando historias que en mis más de
tres décadas de feliz experiencia periodística no había tenido la oportunidad
de desvelar. Mis compañeros de redacción de Efe solían recalcarme, al efecto, la
cantinela de que lo que en realidad le interesa al personal son las malas, las peores
noticias.
Y para dejar en
entredicho el postulado de que sólo son noticia, las malas noticias, les recuerdo
que en la prensa diaria también se publica informaciones positivas, aunque
agazapadas entre una inmensa mayoría de carácter negativo. Y para muestra, ahí
van un par de ejemplos: La multinacional Amazon, gigante del comercio
electrónico, invertirá 100 millones de euros y generará 1.500 empleos directos
en el gran centro logístico que pronto se construirá en el polígono ‘Mas Blau
II’ de la ciudad en la que vivo (El Prat de Llobregat). Para no ser menos, en Xinzo
de Limia (Ourense), mi villa natal, una empresa lleva un año comercializando patatas
por Internet con éxito de ventas en toda
España. Más allá de las victorias del Barça y de la proclamación de una barcelonesa
como Miss Mundo, dicen que hay más buenas noticias por ahí sueltas, pero yo no
he sabido encontrarlas.Manuel Dobaño
(Periodista).También puede leer este artículo en El Prat al día.
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