Opinión.
Iba caminando
tranquilamente por la ciudad en la que vivo, tras dejar el coche en el parking,
cuando, de repente, escuchaba a mis espaldas una voz que me resultaba familiar.
Era mi inevitable amigo (“El Cínico”), quien exultante no paraba de repetirme
la misma cantinela: “¡¡Manolo, los papeles de Panamá, los papeles de Panamá...!!”,
para acto seguido, y sin darme tiempo a reaccionar, añadir: “tú que presumes de
estar tan bien informado, supongo que ya tienes tema de sobras para dar caña en
tu próximo escrito”. A mi amigo le aclaraba que no tenía ni puta idea del asunto,
porque la tarde del domingo, día 4 de abril, venía de celebrar en la intimidad,
aunque con carácter retroactivo, los cumpleaños de mi esposa y el mío
propio.
Ya instalado en la paz
del hogar y embutido en pijama y zapatillas, inmediatamente me ponía a ver la
caja tonta, y coincidía que casi todas las cadenas de televisión no paraban de
vomitar la exclusiva mundial de no sé qué medio alemán, que hablaba de una
planetaria mordida tributaria procedente del paraíso fiscal panameño; un
monumental chanchullo en el que estarían embadurnados mogollón de políticos, empresarios,
deportistas y artistas. Entre los ilustres nombres que trascendían, había
traficantes de droga, armas y personas. Mientras tanto, Hacienda y la fiscalía
de la Audiencia Nacional anunciaban que investigarán la legalidad de los ‘Panamá
papers’, en los que, dicen, figuran casi 2000 ‘patriotas’ españoles.
Una vez más, se patentiza
la peligrosidad de amasar demasiada plata en esta terrenal vida, despreciando
la advertencia evangélica de que ‘es más fácil que un camello pase por el ojo
de una aguja, que un rico entre en el reino de los cielos’. Y a los que todavía
aspiran emular a los presuntos implicados de integrar una gran red de blanqueo
de pasta gansa, como Pilar de Borbón, Macri, Cameron, Putín, Almodóvar y cía., me
permito recomendarles que atemperen los ánimos y escuchen atentamente la letra de‘María De la
O’ en cualquiera de las versiones que interpretaron Lola Flores, Marifé de
Triana, Sarita Montiel, Niña Pastori, Diana Navarro, etc.; una popular copla en
la que se deja bien claro las negativas secuelas del ‘maldito parné’.Manuel Dobaño
(Periodista). También puede leer este artículo en El Prat al Día.
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