Opinión.
La cotidiana actualidad
seguía deparándome noticias inimaginables, como los casos del yerno de 83 años
que violó a su centenaria suegra en su domicilio madrileño del barrio de
Hortaleza y el del ex-senador de EE.UU. que, a sus nada juveniles 90 abriles, contraía
matrimonio con un hombre mucho más joven que él, después de haber estado casado
con mujer y ser padre de tres hijos. ¡Manda huevos!, como largó un su día el
insigne Federico Trillo en el Congreso de los Diputados. Para intentar atemperar
mis neuronas, no se me ocurría otra cosa que dejarme caer por el barcelonés
teatro Goya y disfrutar de ‘El Avaro’ de Molière; un personaje que no guardaba
su dinero en paraísos fiscales, sino en un cofre, su amor más codiciado.
La célebre comedia del
autor francés, ‘El Avaro, o la escuela de la mentira’, genialmente interpretada
por el actor Joan Pera, me daba pie para comentar algunos aspectos del anunciado
‘sainete’ del 26-J. Politólogos y tertulianos habituales ya han vaticinado que,
tras el fiasco electoral del 20-D, volveremos a votar para que todo siga igual.
En la emisora de radio de la ciudad en la que vivo, también abordábamos tan
cansina cuestión y no éramos capaces de poner hilo a la aguja. Por su parte, mi
amigo (“El Cínico”) estaba que se subía por las paredes y no cesaba de
despotricar en contra de los que “no han parado de marear la perdiz y de
llevarnos al huerto de unas nuevas elecciones que cuestan un montón de billetes
de 500 euros”.
Después de haber hecho el
ridículo más espantoso, por no saber conjugar el verbo pactar, los responsables
del actual desaguisado político patrio intentaban ponerse de acuerdo para recortar
los días de campaña y limitar el gasto electoral, algo que complacería al pueblo
soberano y hasta al mismísimo Harpagón, el rácano personaje de la antes referida
obra de Molière. Y cuando los líderes de las diferentes candidaturas
electorales ya se disponen a volver a darnos la tabarra con sus mutuas
descalificaciones y sus promesas incumplidas, una vez más, caía en la cuenta de
que nos van a castigar con más de lo mismo. ¡Pasen señores, pasen! ¡El telón está
a punto de levantarse! ¡Comienza el gran espectáculo del ‘sainete’ del 26-J! Manuel Dobaño
(Periodista). También pueden leer este artículo en El Prat al Día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario